La COMUNICACIÓN como herramienta PREVENTIVA ante el suicidio
Ponencia de Juan Pablo Molina, psicologo y podcaster, sobre comunicación y suicidio, en la mesa redonda «Alzando la Voz, Stop Suicidio» de la Universidad de Jaén
“La prensa es el dedo indicador de la ruta del progreso”, Víctor Hugo
Los casos e intentos de suicidio no son un fenómeno aislado en la sociedad actual, sino que supone uno de los problemas de mayor incidencia con carácter de urgencia entre adolescentes y jóvenes. Así podemos comprobarlo con las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del 2021 en España, donde el suicidio se mantiene como la principal casusa de muerte externa, con 4.003 fallecidos, de los cuales 316 eran menores de 29 años y 22 menores de 15 años [tabla detallada suicidio 2021 Suicidios por edad y sexo. (ine.es)], suponiendo un aumento de 1,6% en comparación con el año 2020.
Los datos aportados por la organización sin ánimo de lucro, Fundación ANAR, en su estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022) según su propio testimonio no son mejores, debido a la evolución del número de casos y consultas respecto a intentos y/o ideación suicida que atendieron entre los años 2012 y 2022.
La importancia e impacto del tema requiere actuaciones concretas, que contribuyan a aumentar la visibilidad y prevención del suicidio. En esa dirección, iba la mesa redonda Alzando la voz, stop suicidio en adolescentes celebrada el día 10 de octubre de 2022, en la Universidad de Jaén (UJA), organizada por el Secretariado de Universidad Sostenible y Saludable de la UJA, en colaboración con el Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental y los promotores del proyecto DIGITAS.
En la mesa redonda actuó como moderadora Lourdes Espinosa Fernández, profesora titular en el Departamento de Psicología de la UJA, siendo los ponentes/participantes los siguientes: Juan Pablo Molina Rueda, Psicólogo y podcaster, que habló sobre la importancia de la comunicación en suicidio como elemento de prevención y las redes sociales; Menchu Soria Herrera, Psicóloga y Presidenta del Teléfono de la Esperanza en Jaén, que acuñó la importancia que tiene la escucha y el poder hablar de tú a tú con las personas que piden ayuda, además de mencionar algunos de los mitos que hay sobre el suicidio; Luis Fernando López Martínez, Psicólogo sanitario y codirector del proyecto ISNISS de la UNED, que se centró en las autolesiones con y sin intencionalidad suicida y la influencia de las redes sociales en ello; Francisco Villar Cabeza, doctor en Psicología y Psicólogo clínico en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que abordó el aumento de casos de suicidio en adolescentes tras la pandemia y conductas en redes sociales; por su parte, Cecília Borràs Murcia, Psicóloga y Presidenta-Fundadora de la Asociación «Después del Suicidio. Asociación de Supervivientes«, centró su intervención en la importancia de abordar la gestión emocional en los adolescentes en el duelo por suicidio.
El objetivo de esta actuación fue el cuidado y protección de la salud mental desde la infancia, implicando tanto a las instituciones, a los propios menores como a la familia, debido a la alerta que supone el aumento de los trastornos mentales en niños y adolescentes y los aumentos de casos, tentativas e ideas suicidas. Por tanto, es importante informar y concienciar a la población, pero también conocer los factores de riesgo y los factores protectores que pueden ayudar a los jóvenes a ser más resilientes frente a las adversidades que se encuentran durante su desarrollo y formación de la personalidad.
Aunque el suicidio es un tema que se ha considerado tabú durante mucho tiempo, afortunadamente ese silencio cada vez es menor y se va produciendo una mayor concienciación sobre la importancia que tiene poder informar y comunicar sobre el suicidio. En este sentido y para facilitar esa tarea a los medios de comunicación, existe una serie de recomendaciones en las guías publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, sobre cómo se debería presentar la información sobre casos de suicidio para evitar el sensacionalismo e incentivar el efecto Papageno, como se habla en el vídeo de la mesa redonda.
Este cambio que se va produciendo en los medios de comunicación, podemos verlo reflejado en artículos como el escrito por la periodista Yaiza Perera Soler, “El Complicado duelo tras una muerte por suicidio, lucha contra el dolor, el estigma y la soledad” https://www.elmundo.es/papel/historias/2021/07/17/60edc5ecfdddffb29e8c02de.html, publicado en el periódico EL MUNDO el 17 de julio de 2021. Yaiza, fue una de las ganadoras en los Premios de buenas prácticas de periodismo responsable, organizado por la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención del Suicidio y la Escuela Andaluza de Salud Pública. Estos premios pretenden reconocer la labor de los profesionales de la comunicación respecto a la visibilización y ayuda en la problemática del suicidio, fomentando los trabajos tanto audiovisuales como de prensa escrita que se alejen del sensacionalismo y el miedo al efecto Werther o efecto contagio y opten por informar con rigor, responsabilidad y orientado hacia la prevención.
Sin embargo, a pesar de esos cambios que se van produciendo en determinados ámbitos, como es el periodístico, el suicidio no es un tema sobre el que estemos acostumbrados a hablar con nuestros amigos, familiares, hijos/as o en los centros educativos. Ese silencio no aporta ningún beneficio a la hora de romper con estigmas e ideas preconcebidas como “hablar sobre suicidio puede provocar o incitar conductas suicidas en otras personas”, sino que es todo lo contrario. Hablar de ello con normalidad, divulgar y conocer los factores de protección e indicar las señales de alerta, mostrar comprensión y escucha activa, informar sobre los recursos de ayuda y dar voz a esta problemática puede ser preventivo, ya que la persona que tenga ideación suicida y/o haya tenido ya algún intento de suicido puede encontrar una vía de desahogo o una forma de pedir ayuda sin ser juzgada.
De la misma manera que se han hecho visible otros temas sobre los que también había un cierto tabú como son la violencia de género, el consumo de drogas, el bullying, los accidentes de tráfico, entre otros, y sobre los que se han realizado campañas preventivas como por ejemplo “Los treinta seis” lanzada por la Dirección General de Tráfico en Semana Santa de 2022 para la prevención de los accidentes de tráfico; la publicación de noticias relacionadas con el consumo de alcohol de los adolescentes las charlas en centros educativos, así como el hecho de hablar de estos temas con nuestros iguales, familiares y conocidos en el día a día, ha posibilitado que aumente nuestra concienciación sobre esos problemas sociales, convirtiéndonos incluso en agentes preventivos, al disponer de ciertos conocimientos para detectarlos y sabiendo la forma en la que deberíamos actuar, esto se espera conseguir también con el tema del suicidio.
El caso de las redes sociales no es distinto, son también canales de comunicación al alcance de muchas personas y sobre todo entre los más jóvenes. Entre esas redes sociales, se encuentra Twitter, en el que nos encontramos con profesionales de la salud que reclaman la importancia de hablar, prevenir y tratar las conductas suicidas, a la vez que dan a conocer noticias, actos u otros recursos como libros o guías; también aparecen peticiones/denuncias públicas para que mejoren los medios de atención a la salud mental del país, por la tardanza en las citas o falta de personal para el abordaje de la salud mental; así mismo, están presentes los hasgtags como #stopsuicidios, #hablemosdesuicidio #prevencionsuicidio #noestassolo…a través de los cuales podemos localizar campañas de prevención, testimonios, tweets de personas sensibilizadas con el tema o sobre el contenido referido anteriormente. Sin embargo, no toda la información es buena/adecuada, ni todo el contenido es divulgativo.
Lamentablemente en este tipo de medios, los jóvenes están expuestos a críticas y opiniones sobre su físico, personalidad, forma de vestir, sobre contenidos que comparten…que les pueden resultar dañinos y sin saber cómo manejarlos o gestionarlos. También aparecen retos virales que estremecen como el de “la Ballena Azul”, que trataba de realizar una serie de pruebas cada día, siendo la última una incitación al suicidio; o el “Reto del Apagón o Blackout Challenge”, desafío que consiste en bloquear la propia respiración hasta el desmayo. Es algo alarmante, pero también una señal para estar pendiente de ello e intentar entablar diálogos con los niños y adolescentes para alertarles sobre los riesgos que pueden encontrarse en las redes sociales, darles herramientas para afrontar o descartar este tipo de contenido y además, establecer un espacio de confianza para preguntar y hablar sobre sus preocupaciones y/o aquello que les interese.
En relación a ello y volviendo de nuevo a la mesa redonda celebrada en la UJA, en ella se menciona el caso Reckful, un streamer de Twitch de 31 años que murió por suicidio. También se hace referencia a series como “Por trece razones” con una repercusión bastante alarmante, relacionándola con un aumento en conductas suicidas entre aquellos que la vieron. Pero también se aborda el efecto contrario, el efecto papageno a través, por ejemplo, de la película “Gente corriente” entre otras, tratándose en el vídeo con más detalle y en el podcast de “Miedo a Diario” sobre suicidio, dónde además podrás saber más sobre la percepción que tienen los jóvenes sobre ello.
Todo esto nos lleva a plantearnos el papel que tiene la comunicación en nuestras vidas y, no solo referido a los distintos medios mencionados, sino a nosotros como individuos de la sociedad. Las personas somos agentes activos y como tales, nuestra participación es primordial para advertir o detectar señales de riesgo de un familiar o amigo, contribuir a erradicar los mitos que rodean al suicidio, colaborar en conseguir una adecuada alfabetización en salud mental de los jóvenes y de aquellos que nos rodean, a la vez que fomentamos un espacio abierto y seguro para la prevención y ayuda. Al fin y al cabo todo lo relacionado con la sociedad no son cuentas exactas y nos repercute en mayor o menor medida a todos. Los pequeños cambios son los que nos hacen avanzar como individuos y como grupo.
Este es un vídeo del proyecto de I+D+i / DIGITAS: HERRAMIENTA DIGITAL DE TRANSFERENCIA DE CONTENIDOS Y RECURSOS PARA ABORDAR EL TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL Y OTROS PROBLEMAS EMOCIONALES EN ADOLESCENTES PDC2021-121882-I00, financiado por MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/ y por la Unión Europea “NextGenerationEU”/PRTR.
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