TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL, UN DESCONOCIDO EN EL AULA
Concienciar sobre ansiedad social en el aula: Realidad desconocida por el profesorado
¿En qué consiste el Trastorno de Ansiedad Social (TAS)? ¿Qué necesita saber el profesorado acerca de ello? ¿Cómo se identifica? ¿Cómo se puede ayudar? Estas son preguntas comunes que pueden surgir entre profesionales, como son los docentes, que trabajan diariamente en el desarrollo personal e intelectual de los y las adolescentes. Es el caso del equipo docente del instituto de secundaria I.E.S. Fuente de la Peña de Jaén. En esta entrevista participan los profesores y profesoras: Esther Cabrera, Julián Medina, Miguel Peña y Encarnación Bacas.
Nos cuentan su percepción sobre el TAS, la necesidad de disponer de más información sobre este trastorno en las aulas. Reconocen que sabiendo lo que ahora saben, a través de la psicoeducación realizada por el equipo DIGITAS en las clases, al echar la vista atrás pueden reconocer y recordar a chicos y chicas con posible TAS entre su alumnado.
Si has escuchado los testimonios de Esther, Julián, Miguel y Encarnación, y también te dedicas a la enseñanza, o trabajas junto adolescentes, puede que te surjan dudas parecidas acerca del TAS e incluso la misma inquietud por conocer más y saber cómo poder ayudar mejor a los alumnos y alumnas que puedan estar experimentando ansiedad social.
Los testimonios del profesorado del I.E.S. Fuente de la Peña, son un claro reflejo de los distintos escenarios y las dificultades a los que se enfrentan los profesionales de la educación, en el desarrollo efectivo de su trabajo. El objetivo del presente documental es sensibilizar en salud mental, específicamente en lo que refiere al TAS, y así fomentar conductas de atención y detección en el aula por parte del profesorado, con el fin de poder ofrecer una ayuda adecuada a aquel chico o chica que lo pueda necesitar.
“Ayudaría bastante que supiéramos reconocerlo e identificarlo”
“Creo que es un problema que es grave y que tenemos que estar todos en sintonía para ayudar”
En la actualidad disponemos de bastante conocimiento científico desde la psicología, en lo que respecta al Trastorno de Ansiedad Social en adolescentes, así como otros problemas emocionales relacionados. El Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales en su 5ª y última versión (APA, 2013), define al Trastorno de Ansiedad Social (TAS) como un miedo o ansiedad intensos en una o más situaciones sociales en las que la persona está expuesta a un posible examen por parte de otras personas. El miedo es experimentado de forma continua, dificultando el poder establecer relaciones con otras personas, o simplemente realizar cualquier tipo de actividad en una situación pública y donde pueda haber una posterior valoración por parte de otros, como exponer en clase, conocer a círculos sociales nuevos, hablar con personas del género preferido, comer en público. En el contexto escolar, las situaciones más comunes donde los chicos y chicas con ansiedad social suelen experimentar ansiedad es a la hora de exponer un trabajo, participar en clase, tomar el desayuno en el recreo, o relacionarse entre iguales (Zubeidat et al., 2007). Por ello, la soledad se puede convertir en compañera del chico/a con ansiedad social, en una etapa tan esencial como es la adolescencia. Esta soledad no es por propia elección es resultado de uno de los principales síntomas del TAS: la evitación. Evitan, escapan, huyen de cualquier tipo de contacto social con otros, por miedo a una valoración negativa de su propia persona.
“Cómo gestionar esto, cómo ayudar a los niños, o a alguien que lo está pasando mal”
“Yo observo, pero a veces no sé cómo actuar”
En la adolescencia, uno de los contextos donde chicos y chicas pasan más tiempo es el educativo. Además, el inicio del TAS es temprano, aproximadamente entre los 11-13 años de edad, etapa clave para su identificación y detección, ya que, suele presentar un curso crónico si no es tratado (Beesdo-Baum et al., 2012; Garcia-Lopez, 2007; Garcia-Lopez et al., 2008), con el consiguiente efecto negativo e interferencia en la calidad de vida y desarrollo óptimo del y la adolescente tanto en el plano individual, como en el social y también académico (Beidel et al., 2001). Por ello, es crucial que en un lugar donde el alumnado pasa gran parte de horas de su día, el profesorado cuente con las herramientas y conocimientos necesarios acerca de la ansiedad social. En ¿Es posible superar el Trastorno de Ansiedad Social?, el testimonio de Lucía, reflejaba su percepción como alumna rodeada de un profesorado que desconocía acerca del tema y de quienes echó en falta su apoyo; concluyendo que es necesario que estén formados sobre ansiedad social para que puedan brindar ayuda.
“Me surge el estar más en alerta y más receptiva a captar señales de gente que lo pueda estar pasando”
“Aquí en clase pasa, personas que estaban aisladas o no podían salir a la pizarra”
“Ahora lo veo y me vienen caras de alumnos que he tenido”
La actualidad de los adolescentes que sufren este trastorno, pasa por una difícil detección y evaluación en los centros educativos, donde el profesorado, a pesar del esfuerzo empleado, no dispone de información suficiente sobre señales y manifestaciones que hagan sospechar de la presencia de dificultades y problemas relacionados con la salud mental, reduciendo enormemente la posibilidad de identificar, detectar y actuar sobre esos jóvenes y adolescentes, y promover comportamientos de ayuda. Algunos de los indicadores que puede manifestar un alumno o alumna en el aula y que puede hacer sospechar de que puede estar experimentando ansiedad social son: estar inusualmente callado/a, no relaciona con el resto de compañeros/as, escaso interés de formar parte de los grupos que se forman en clase, evitación del contacto visual o incapacidad de mantenerlo durante mucho tiempo, dar respuestas muy escuetas en caso de participar, irritabilidad notable ante las exposiciones en clase (tanto antes como después de la exposición), mostrar reacciones físicas como voz temblorosa, temblor de manos, rubor facial, sudoración…, problemas para concentrarse si está siendo observado/a, así como detectar cierta incongruencia entre la calidad de los trabajos escritos con respecto a la participación en clase.
“La responsabilidad que tengo como docente de ayudar a esas personas indefensas”
“No sé si somos buenos docentes si no somos empáticos con los chicos y chicas”
Una vez delimitada la definición de ansiedad social, las principales situaciones en las que un chico o chica adolescente puede sentir un miedo intenso en el contexto educativo y los signos o indicadores que manifiestan en el aula, cabe señalar las distintas herramientas con las que puede contar el profesorado para prestar ayuda. Por consiguiente, ¿Qué puede hacer el profesorado en estas situaciones?
Es probable, llegados a este punto y después de la información expuesta, que reconozcas algunos de los indicadores citados entre tu alumnado y no sepas qué estrategias de ayuda adoptar. Es normal, tal y como nos informa el profesorado entrevistado, al no haber contado con la información y formación suficiente acerca del tema. En estos casos, la mejor manera de abordarlo es mostrar comprensión hacia esos chicos y chicas en vez de juzgarlos. Lee (2021) propone una serie de recomendaciones para trabajar adolescentes con ansiedad social en el aula:
- Realizar actividades de clase haciendo grupos pequeños. De esta manera, minimizamos que el alumnado con ansiedad social se sienta apartado, ya que, al estar en un grupo pequeño le puede resultar menos complicado interaccionar con iguales.
- Dar libertad al alumnado con ansiedad social para que elijan los compañeros de trabajo con los que se sientan más cómodos.
- Cuando sea posible, hacerles saber con antelación que se les va a realizar preguntas. Aunque siga siendo complicado para el alumnado con ansiedad social, el hecho de saber que se les va a preguntar les dará tiempo a concienciarse y prepararse para dar una respuesta.
- Brindarle ayuda y apoyo para participar en clase. Esto requiere ser paciente y positivo con los pequeños pasos sucesivos que vayan alcanzando en el proceso de adquirir nuevas habilidades de afrontamiento. También se destaca la importancia de que hablen con su propia voz y evitar hablar por ellos/as.
- Entrenar habilidades de relajación en clase. El alumnado con ansiedad social experimenta altos niveles de ansiedad durante los contextos mencionados, por lo que, entrenar habilidades de relajación como respiración profunda resulta muy beneficioso para bajar los niveles de ansiedad y adoptarla como herramienta de afrontamiento.
- Respetar los tiempos del alumnado con ansiedad social. Dado el temor intenso que experimentan, en numerosas ocasiones, se sentirán incapaces de exponer o participar en clase; por ello, es importante respetar cuando esto ocurra y animarles a participar cuando se sientan capaces.
- Coordinación con los progenitores o tutores legales, profesionales de la salud mental y equipo de orientación en el instituto. Para poder llevar a cabo un seguimiento formal sobre los avances del alumnado.
- Facilitar un lugar alternativo para el desayuno. Otra de las situaciones que les pueden llegar a generar gran malestar y ansiedad es desayunar en el recreo, por eso, contar con un espacio alternativo para ello, en algunos casos, puede ser beneficioso.
Todas estas recomendaciones son beneficiosas para que el alumnado con ansiedad social se sienta en un espacio seguro y reciba el apoyo que necesita, favoreciendo no solo su bienestar emocional y social, sino también el rendimiento académico.
En conclusión, se requiere darle voz a los profesores, en lo referente al contexto del aula y las competencias cercanas con el alumnado, expresando sus opiniones, deseos y dudas, y ofreciéndoles respuestas adecuadas para su puesta en práctica de forma común al resto de profesorado. Esto se complementa con los testimonios de nuestros principales protagonistas en la plataforma DIGITAS, los jóvenes y adolescentes, dado que a través de ellos podemos detectar cuáles son las demandas que necesitamos cubrir los profesionales de la salud y la educación. Los testimonios se encuentran en diversas plataformas como Youtube o ivoox. Si quieres saber más, te recomendamos el documental ANSIADOS o el podcast “Miedo a Diario”.
Os recordamos que podéis contactar con nosotros y dejarnos vuestras consultas y comentarios a través de diferentes medios como los comentarios de este podcast en la web o nuestra cuenta de twitter @DigitasUJA, la cuenta de Instagram @digitasujaen, nuestra web y el formulario de contacto.
REFERENCIAS:
Beesdo‐Baum, K., Knappe, S., Fehm, L., Höfler, M., Lieb, R., Hofmann, S. G., & Wittchen, H. U. (2012). The natural course of social anxiety disorder among adolescents and young adults. Acta Psychiatrica Scandinavica, 126(6), 411-425. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/j.1600-0447.2012.01886.x
Beidel, D.C., Ferrell, C., Alfano, C.A. y Yeganeh, R. (2001). The treatmentof childhood social anxiety disorder. Psychiatric Clinics of North America, 24, 831-846. https://doi.org/10.1016/S0193-953X(05)70266-5
García-López, L. J. (2007a). Trastorno de ansiedad social: estado actual en poblacióninfanto-juvenil. Investigación en psicología.Investigación en psicología aplicada 2,13-34.
García-López, L. J., Inglés, C. J. y García-Fernández, J. M. (2008). Exploring the relevanceof gender and age differences in the assessment of social fears in adolescence. SocialBehavior and Personality, 36, 385-390. https://doi.org/10.2224/sbp.2008.36.3.385
Zubeidat, I., Freire, J. C. S. Y Parra, A. F. (2007). Subtipos de ansiedad social en población adulta e infanto-juvenil: distinción cuantitativa versus cualitativa. Revista de psicopatología y psicología clínica, 12(3), 147-162. https://revistas.uned.es/index.php/RPPC/article/view/4041/3895
Este es un vídeo del proyecto de I+D+i / DIGITAS: HERRAMIENTA DIGITAL DE TRANSFERENCIA DE CONTENIDOS Y RECURSOS PARA ABORDAR EL TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL Y OTROS PROBLEMAS EMOCIONALES EN ADOLESCENTES PDC2021-121882-I00, financiado por MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/ y por la Unión Europea “NextGenerationEU”/PRTR.
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Dirección de proyecto
Lourdes Espinosa Fenández
Dirección del documental
Juan Pablo Molina Rueda
con la colaboración de:
IES Fuente la Peña (Jaén)
Protagonistas
Esther Cabrera, Julián Medina, Miguel Peña y Encarnación Bacas.
Técnicos de grabación
Andrea Bonoso
Montaje
Andrea Bonoso
Música
Banda sonora a cargo de ALIS (Pachi García)
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La ayuda que podemos ofrecer a profesores desde el ámbito de la salud, tiene que ser un apoyo como pautas a nivel conductual, como todas las que se ofrecen desde este artículo.
Pero la primera consideración que deben tener en cuenta estos profesionales de la educación es que hay que despatologizar la vida , y más aún la vida de un adolescente, que es una persona en transición.
Sin ánimo de discutir la revisión del DSM5 , esto que podemos considerar trastorno de ansiedad social se verá en cualquier adolescente con dificultades de adaptación, con problemas de desarraigo, con procedencia de una familia en proceso de divorcio, o con excesivas dificultades económicas, algunos alumnos o alumnas con autismo funcional , cualquiera que esté librando una batalla con la identidad que no vislumbra. Es conveniente tener en çuenta la singularidad de la adolescencia, es una etapa de transición, donde se libran mil batallas a diario, y el grupo es ansiado porque se convierte en refugio, y en muchos casos en hogar.
Todas las recomendaciones de este artículo me parecen muy oportunas.
Solo quisiera compartir ese matiz » Quiten la palabra trastorno , de sus puntos de mira». Tenemos que comenzar a despatologizar la vida.