¿Es posible superar el Trastorno de Ansiedad Social?
Este es el testimonio en primera persona de Lucía, una historia de superación y trabajo constante, tras ser diagnosticada de TAS.
¿Es posible superar el Trastorno de Ansiedad Social? ¿Existen tratamientos eficaces para reducir sus síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que lo sufren? Estas son preguntas importantes que se hacen la mayoría de personas con fobia social al igual que Lucía, una jóven de 24 años diagnosticada con TAS (Trastorno de Ansiedad Social), con quien hablamos en esta entrevista. Nos cuenta cómo vivió con angustia la adolescencia, sin ser consciente de lo que le estaba pasando. Su diagnóstico llegó siendo ya una persona adulta, no hace mucho, fue entonces cuando buscó respuestas a todo el malestar sufrido durante tantos años. Aunque el proceso no está siendo nada fácil para ella, Lucía ha superado muchas barreras trabajando duro día a día con ayuda psicológica profesional.
Si has llegado hasta aquí escuchando la historia de Lucía, puede que te veas reflejado/a en algunas partes de su historia, o incluso, reconozcas aquello que cuenta, en alguna persona de tu entorno más cercano. Probablemente te asalten dudas, ¿Soy una persona tímida o me pasa algo distinto?, ¿Es normal lo que me pasa?, ¿Cómo puedo pedir ayuda?, y ahora, necesites respuestas. Lucía también tenía todas estas dudas antes de saber qué estaba ocurriendo, pero no disponía de testimonios similares al que ella misma ofrece.
A pesar del sufrimiento experimentado cargado de miedos y dudas por Lucía, durante una etapa tan importante como es la adolescencia, a día de hoy ha conseguido grandes avances y sigue trabajando en adquirir nuevas habilidades de afrontamiento a sus miedos; además, Lucía se ha propuesto visibilizar su historia para que otras personas no tengan que pasar por lo que ella experimentó. Ha creado un canal de YouTube, donde cuenta en primera persona sus experiencias llenas de mensajes positivos, con la principal motivación de divulgar y difundir en qué consiste el Trastorno de Ansiedad Social (TAS) y su afrontamiento.
Por ello, el testimonio de Lucía no solo es útil para visibilizar la realidad que viven tantos/as adolescentes con el TAS, sino también para mostrar la importancia de recibir un tratamiento adecuado y la implicación que requiere el mismo.
Etiqueta de timidez: “Y claro a mí me habían dicho siempre que era una niña tímida, y yo me lo creí. Pero yo notaba cosas que yo decía esto hasta qué punto es ser tímida, pero a mí me lo seguían diciendo y yo me lo creía”
Lucía, vivió gran parte de la adolescencia e inicio de la juventud con la etiqueta de tímida, tanto en el instituto como en su círculo familiar y social; este hecho tuvo consecuencias, ya que, ella no se planteó que podía ser algo más. No resulta nada fácil diferenciar entre ansiedad social y timidez, pero igual de difícil resulta saber cómo se puede sentir una persona con TAS. Suelen reprimir sus emociones y pensamientos hacia los demás, tienden a no verbalizar ni comunican lo que les sucede, en ellos abunda la percepción de estar siendo continuamente juzgados negativamente y entienden que puede ser motivo para aumentar dicha valoración de los demás, algo que evita cualquier búsqueda de solución, ayuda e incluso sensación de tener un problema, aumentando en contrapartida el malestar y dificultad, fomentando una indeseada espiral. Es tal el malestar experimentado por los pensamientos intrusivos y los altos niveles de ansiedad, que se ven mermadas por completo realizar actividades de la vida cotidiana como las que nos cuenta Lucía, ir a comprar a un supermercado, relacionarse con personas nuevas, exponer o participar en clase. Todas estas dificultades presentadas, se agravaron aún más en la etapa universitaria, al verse más expuesta a nuevas situaciones sociales, como un círculo social completamente nuevo, o asignaturas que requerían sí o sí participar, suponiendo a Lucía una gran dificultad y frustración para afrontarlo. Pero, ¿Qué supone un periodo tan dilatado cargado de ansiedad?, que un día, la persona que lo experimenta, siente que no puede más, y llegan a aparecer, los primeros signos de alerta, al igual que Jorge nos relataba en Trastorno de Ansiedad Social: realidad adolescente, Lucía experimenta temblores de manos; un episodio intenso de temblor de manos rellenando una hoja del hotel en el que se hospedaba de vacaciones al finalizar la universidad, fue el detonante para buscar información, entender que no era simple timidez y pedir ayuda.
Funcionalidad de terapia psicológica: “Yo sé que ahora cuando acabe terapia o cuando ya deje de ir a las sesiones de seguimiento voy a tener que seguir trabajando yo sola”
En el artículo de Trastorno de ansiedad social y timidez: dos realidades distintas, ya tratábamos la importancia de recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento basado en la evidencia, con la intervención de profesionales en salud mental debidamente cualificados, pero, ¿La ansiedad social se cura?, ¿Para qué sirve la terapia psicológica?, ¿Ir al psicólogo está de moda?… En la literatura científica, Bados (2001) expone que son varios los objetivos que se persiguen en terapia en el tratamiento de ansiedad social, entre ellos: que la persona aprenda a delimitar metas realistas en las interacciones sociales, corregir los pensamientos anticipatorios, es decir, los errores que participan en las interpretaciones negativas que realizamos de lo que nos rodea; los cuales ayudan a mantener e incrementar la ansiedad experimentada, aprender a mantener la atención en las interacciones sociales o tareas que se están realizando, en lugar de llevar la atención a las sensaciones físicas (como palpitaciones agitadas, sudoración, sensación de rubor) o pensamiento negativos (voy a parecer rara, voy a quedar en ridículo, voy a desmayarme), reducir las conductas de evitación, anteriormente mencionadas (evitar ir a comprar al supermercado, exponer en clase, hacer amistades nuevas) e ir exponiéndose a las situaciones sociales gradualmente, y finalmente, reducir la interferencia de la calidad de vida de la persona. Es decir, el objetivo no es curar totalmente al paciente, sino enseñarles los recursos necesarios que le permitan enfrentarse a las barreras que intervienen en su día a día, y que para ello, es necesario el trabajo constante del paciente; puesto que tan solo con el mero hecho de asistir a las sesiones sin trabajo individual, no se consigue la efectividad deseada. Por ello, Lucía remarca que asistir a terapia psicológica es un lugar donde se asiste a trabajar mucho, y que, cada persona necesita su tiempo y su progreso específico; un proceso que requiere trabajo por su cuenta, que aunque no hayan desaparecido sus pensamientos intrusivos, ya dota de recursos para sobrellevarlos y que no controlen su vida. Gracias a la terapia y el trabajo constante que sigue realizando, ha conseguido objetivos que veía impensables, como sacarse el carné de conducir, asegurando que le cambió por completo la vida, y encontrándose en la actualidad feliz y con grandes motivaciones, afirmando textualmente que ella se ha convertido en su propia experta de ansiedad social.
“Los profesores cuando se daban cuenta de que me costaba tanto participar en clase y responder a sus preguntas tampoco lo entendían me insistían para que lo hiciera Y también pensarían que soy tímida y ya está”
Por último, Lucía relata que sentía incomprensión por parte de los compañeros/as y el profesorado, vivencias que habrán vivido, y viven muchos/as adolescentes. Por ello, resalta la importancia de que el profesorado en concreto, y el alumnado en general, al ser personas que pasan muchas horas con los chicos y chicas en el instituto, se mantengan informadas sobre aspectos de salud mental, en este caso, sobre ansiedad social. No solo por las consecuencias positivas que se derivan de estar informados, ya que, los chicos o chicas recibirán comprensión y apoyo, sino para que la ansiedad social pueda ser detectada de forma más rápida, evitando así, su cronificación o la minimización del problema tratándola como mera timidez, y así, recibir la ayuda profesional pertinente. En conclusión, testimonios como los de Lucía, Pablo, Jorge, y de adolescentes que están contribuyendo en la plataforma DIGITAS, ya sea vía Youtube como en el documental ANSIADOS o en el podcast “Miedo a Diario”, ofrecen herramientas de alfabetización y divulgación en salud mental tan necesarias para la prevención y detección de problemas de salud mental.
Os recordamos que podéis contactar con nosotros y dejarnos vuestras consultas y opinión a través de diferentes medios como los comentarios, nuestra cuenta de X @DigitasUJA, la cuenta de Instagram @digitasujaen o el formulario de contacto en nuestra web.
Este es un vídeo del proyecto de I+D+i / DIGITAS: HERRAMIENTA DIGITAL DE TRANSFERENCIA DE CONTENIDOS Y RECURSOS PARA ABORDAR EL TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL Y OTROS PROBLEMAS EMOCIONALES EN ADOLESCENTES PDC2021-121882-I00, financiado por MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/ y por la Unión Europea “NextGenerationEU”/PRTR.
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