El maltrato entre iguales en el ámbito escolar, no es un fenómeno al que seguir restando importancia o tratando como un mero juego de niños. Ya en los primeros estudios sistemáticos realizados en los años 70 por Dan Olweus, donde analizaba la agresividad entre niños, se acuñó por primera vez el término “Acoso Escolar” refiriendose “al comportamiento agresivo no deseado que se repite a lo largo del tiempo e implica un desequilibrio de poder o fuerza». Con el paso del tiempo y más de 50 años después, las conductas agresivas se han extendido y magnificando, adquiriendo especial relevancia para la salud física y mental en la población infanto-juvenil. 

Se trata de un problema resistente y dinámico, adaptado a los cambios sociales y culturales con los que han ido creciendo las nuevas generaciones de niños y niñas. Así las conductas agresivas han adoptado nuevas formas y modalidades entre las denominados nativos digitales,  a través de los medios tecnológicos y espacios virtuales. Entre ellos el ciberacoso o ciberbullying, se considera uno de las más habituales y de mayor impacto negativo hoy en día, consistiendo fundamental en atemorizar y hostigar a iguales, a través de las redes sociales.

Pero paralelamente al alarmante avance de dicho problema, la ciencia prosigue en la actualidad investigaciones iniciadas en su día al respecto, desde distintos ámbitos, motivada por el  impacto negativo que tiene para la salud de los más jóvenes. 

Recientemente la  Universidad de Alcalá (Madrid) a petición del Ministerio de Educación y Formación Profesional realizó un “Estudio Estatal de la Convivencia Escolar en Educación Primaria”  en el que participaron 37.333 personas, de las cuales el 70% son alumnos/as de educación primaria. Según los datos de dicho informe,  el 9,2% de estos alumnos/as han sido víctimas de ciberbullying y un 10,65% ha sido testigo. Por otra lado, el IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos “La Opinión de los Estudiantes” realizado por la Fundación ANAR en 2022, indica que “uno de cada cuatro alumnos/as (24,4%) cree que hay alguien en su clase que sufre acoso escolar”.

Los datos alarman de la seria dificultad que supone para el bienestar y la salud mental de los chicos y chicas en edad de desarrollo, y advierten de urgente necesidad de implementar mejoras y actuaciones preventivas al respecto, tanto en contextos educativos como sociales, que aspiren al cambio de rumbo en el abordaje de dicho problema. Pero aunque sea un camino largo aún por recorrer, tras tanto tiempo de investigación, ya existen recursos  y herramientas a disposición de profesionales de la educación, familias y los propios jóvenes. 

Una de las últimas herramientas que contribuye a la prevención de este tipo de violencia, es la creada por Idelfonso Álvarez Marín, doctor por la Universidad de La Rioja, a través de su tesis “Acoso y Ciberacoso Escolar: Evaluación y Ajuste Psicosocial”. De ella destacamos la aportación que realiza con un breve test, diseñado para evaluar la presencia de acoso y ciberacoso en las aulas.

Aunque destacable, no es la única herramienta de la que se dispone hoy en día. Podemos encontrarnos en internet otro tipo de recursos como guías para prevenir el acoso escolar y el ciberacoso, dirigidas por interés a padres, profesionales de la educación y los propios niños/as y adolescentes. Algunos ejemplos son:

• Guía Abuso de Internet y Ciberbullying. Información básica e indicaciones para familiares desde un enfoque de género. (2022) Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA). Se trata de una guía dirigida principalmente a padres, madres y familia en general. Explica en qué consiste el abuso de internet y de las tecnologías, así como las consecuencias puede tener tanto en niños/as como en adolescentes, además de informar sobre el acoso y el ciberbullying. También dispone de un pequeño apartado de recomendaciones para los jóvenes, en caso de ser posibles víctimas de ciberacoso. 

• Guía para la prevención del ciberacoso en jóvenes. (2021) Consejería de Turismo, Juventud y Deportes, Dirección General de Juventud de la Región de Murcia; Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia y Asociación R-inicia-T. En este documento, se informa a los jóvenes sobre el ciberacoso incluyendo el ámbito de las relaciones de pareja. Explica qué es, qué tipos hay, las señales de alarma, las partes implicadas así como dónde acudir y algunos recursos que puedan ser de ayuda.

• Guía para la Comunidad Educativa de prevención y apoyo a las víctimas de ciberacoso en el contexto escolar. Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Esta guía está orientada a profesionales de la educación. Aporta pauta útiles para analizar el acoso escolar y el abordaje del ciberacoso, además de algunas actividades para trabajar en las aulas. 

Otras herramientas están directamente relacionadas con la tecnología, y se inmiscuyen positivamente en el propio ámbito donde se desarrolla la acción. Es el caso de  b-resol una app dirigida tanto a jóvenes como a centros educativos o de otro tipo como de ocio o deportivo. El objetivo de esta aplicación móvil es luchar contra el acoso, ciberbullying e incluso los trastornos alimenticios. Permite realizar alertas a las víctimas o testigos de algún abuso de manera anónima, de tal forma que incluso los centros educativos pueden realizar un seguimiento de las alertas recibidas.

Junto a estos instrumentos de prevención, también existen Asociaciones y Fundaciones concienciadas en la lucha contra estos actos de violencia como A.E.P.A.E , Asociación NACE  o la Fundación Colacao

Todas estas iniciativas y concienciación de asociaciones y grupos humanos, nos recuerdan  la vulnerabilidad a la que se encuentra expuesta la población infanto-juvenil y el riesgo que supone para un crecimiento y desarrollo normal. Pero además nos invitan a adoptar conductas que trabajen en materia de alfabetización y prevención en salud mental, algo que se hace totalmente indispensable en las condiciones actuales y con la información y recursos disponibles, y que ya no encuentra excusas para llevarlo a cabo. 

 Autores: Ade Ocaña Cruz y Juan Pablo Molina 

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